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Hipersexualidad: ¿Cómo saber si tienes esta adicción?
Si solo puedes pensar en sexo, te resulta difícil concentrarte en otras actividades y no te es fácil controlar tus impulsos, podrías estar enfrentando un problema de hipersexualidad. Aprende a reconocerlo.
La hipersexualidad, también conocida como adicción al sexo, es un trastorno del control de los impulsos que afecta a un número creciente de personas. Caracterizada por una obsesión compulsiva con el sexo, esta condición puede interferir significativamente en la vida personal, laboral y social.
El deseo sexual es una parte natural de la vida y puede variar según el contexto, las emociones y la salud física. Sin embargo, cuando se vuelve incontrolable y compulsivo, es un problema serio.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hipersexualidad se define como una necesidad constante e incontrolable de realizar actividades sexuales, a pesar de las consecuencias negativas. Los síntomas pueden incluir fantasías sexuales recurrentes e intensas, dificultad para controlar los impulsos sexuales, y la búsqueda compulsiva de experiencias sexuales.
¿Cuáles son los comportamientos asociados?
Las personas con hipersexualidad pueden involucrarse en diversos comportamientos compulsivos e incontrolables, como los siguientes: Pagar por sexo, masturbación compulsiva, uso excesivo de pornografía, sexo telefónico o cibernético.
Ademàs, las relaciones sexuales sin protección, la frecuente asistencia a clubes de striptease, actividad sexual consentida con múltiples parejas.
¿Cuáles son las causas de la hipersexualidad?
Si bien las causas exactas aún no se conocen por completo, se han identificado varios factores que pueden contribuir a su desarrollo, como:
Factores biológicos: Desequilibrios químicos en el cerebro, condiciones médicas neurológicas y efectos secundarios de ciertos medicamentos.
Factores psicológicos: Traumas pasados, ansiedad, depresión y baja autoestima.
Factores sociales: Facilidad de acceso a material pornográfico y la presión social por alcanzar ciertos estándares de sexualidad.
Diferencias de género
En estadísticas, se estima que el 8,6 % de las personas en los Estados Unidos padecen adicción al sexo. Aunque puede afectar tanto a hombres como a mujeres, suele predominar en ellos.
En las mujeres, la obsesión tiende a estar más relacionada con la dependencia emocional y la búsqueda de intimidad. Se usa el sexo como una forma de obtener afecto o escapar de la soledad.
En los hombres es más común que las compulsiones se manifiesten de manera externalizada, como la búsqueda constante de nuevas parejas, el uso excesivo de pornografía y la masturbación compulsiva. Son actos que suelen estar impulsados por un deseo de gratificación instantánea y necesidad de control.
¿Cuáles son las consecuencias de la hipersexualidad?
La hipersexualidad puede tener consecuencias devastadoras en la vida de una persona, incluyendo:
Problemas en las relaciones personales: Dificultad para mantener relaciones estables y saludables.
Problemas laborales: Desempeño laboral deficiente y pérdida de empleo.
Problemas legales: Conductas riesgosas como el sexo sin protección que pueden llevar a infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados.
Problemas de salud mental: Depresión, ansiedad y aislamiento social.
¿Cómo obtener ayuda?
Si crees que podrías estar experimentando síntomas de hipersexualidad, es importante buscar ayuda profesional. Un terapeuta especializado puede ayudarte a identificar los factores desencadenantes, desarrollar estrategias de afrontamiento y trabajar en la recuperación.
Es importante destacar que la hipersexualidad es un trastorno tratable. Con el tratamiento adecuado, las personas con hipersexualidad pueden aprender a controlar sus impulsos y mejorar su calidad de vida.
Fuente: Mejor en Salud