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Un futuro sin plástico para el Lago de Maracaibo: Una propuesta multisectorial

El Lago de Maracaibo, el cuerpo de agua dulce más grande de Latinoamérica, se encuentra en grave peligro debido a la proliferación de envases plásticos en sus costas y cañadas. Ante esta situación insostenible, José Antonio Robles, Secretario de Ambiente, Tierra y Ordenamiento Territorial de la Gobernación del Estado Zulia, hace un llamado urgente a la acción multisectorial para salvar este ecosistema vital.

Un ecosistema en peligro: la amenaza del plástico

A pesar de los esfuerzos realizados por entidades gubernamentales, empresas privadas, organizaciones no gubernamentales y voluntarios, la cantidad de residuos plásticos en el Lago de Maracaibo y sus cañadas no deja de aumentar. Esta contaminación representa un grave riesgo para la salud del ecosistema y las comunidades que dependen de él.

“La situación actual es insostenible”, afirmó Robles. “No podemos seguir ignorando el impacto negativo que la contaminación plástica está teniendo en nuestro ecosistema y en la salud de las comunidades que dependen del lago”. Se requieren acciones urgentes que involucren a las autoridades gubernamentales, las organizaciones ambientales, las empresas y la población en general.

El Lago de Maracaibo, y sus cañadas adyacentes se enfrentan a un problema ambiental persistente: la acumulación de envases plásticos. A pesar de las constantes jornadas de limpieza ambiental realizadas por entidades gubernamentales de los tres niveles de gobierno, empresa privada, organizaciones no gubernamentales y voluntarios, la cantidad de residuos plásticos en estas áreas parece no tener fin.

“Los envases fabricados principalmente con un plástico llamado PET, que proviene del polímero conocido como tereftalato de polietileno, se caracteriza por ser ligero, transparente y resistente, además el tiempo que tarda un envase de plástico en degradarse es aproximadamente 500 años”, señaló Robles.

Un llamado a la responsabilidad compartida

Josè Robles enfatiza que la solución a este problema no puede recaer únicamente en las autoridades. Se requiere un compromiso conjunto por parte de todos los sectores de la sociedad: gobierno, empresas, organizaciones civiles y ciudadanía.

Robles expresó que “la solución al problema de los envases plásticos en el lago de Maracaibo y sus cañadas no es simple, pero es posible si todos asumimos nuestra responsabilidad. Es hora de tomar conciencia del impacto ambiental que generan nuestras acciones y adoptar hábitos de consumo más sostenibles. El futuro del lago de Maracaibo y de las comunidades que dependen de él depende de ello”.

También considera que se requieren campañas importantes de educación ambiental que sensibilicen a la población sobre la importancia de reducir el consumo de plástico y desecharlo de manera responsable. Además, se deben implementar políticas públicas que fomenten el reciclaje y la reutilización de materiales, así como la prohibición del uso de plásticos de un solo uso, dijo.

Medidas urgentes para un futuro sostenible

Para hacer frente a este problema, Robles propone otorgar incentivos fiscales a las empresas que implementen envases retornables fabricados con materiales reciclables. Estos incentivos podrían incluir: reducciones en el impuesto sobre la renta, créditos fiscales y exenciones de impuestos. Además, se puede crear paralelamente un fondo para financiar la gestión integral de residuos sólidos.

Este fondo se financiaría a través de un impuesto a los envases no retornables. Los recursos del fondo se utilizarían para financiar programas de recolección y reciclaje de residuos sólidos y ejecutar programas de educación y sensibilización ambiental.

Robles explicó que la combinación de incentivos fiscales para envases retornables sostenibles y la creación de un fondo para financiar la gestión integral de residuos sólidos, financiado a través de un impuesto a los envases no retornables, representa una estrategia integral y efectiva para abordar el desafío de la generación de residuos sólidos. Esta estrategia no solo contribuiría a la protección del medio ambiente, sino que también generaría beneficios económicos y sociales.

Todas estas medidas deben ser cuidadosamente diseñadas para evitar posibles impactos negativos, como el aumento de los costos para las empresas o la reducción de la disponibilidad de productos.

Sin embargo, con un enfoque adecuado, estas medidas puede ser una herramienta efectiva para promover la sostenibilidad en el país. Teniendo como antecedentes que este tipo de norma ya se aplica en muchos países y ha demostrado ser una herramienta efectiva para reducir la generación de residuos y fomentar el reciclaje, en donde se podría decir que Venezuela está rezagada en la aplicación de normas de este tipo en comparación con el resto de los países de América Latina.

Un futuro sin plástico es posible

La combinación de estas medidas, junto con la participación activa de todos los sectores de la sociedad, puede crear un futuro más sostenible para el Lago de Maracaibo. Un futuro en el que este recurso natural vital pueda seguir brindando beneficios a las generaciones presentes y futuras.

Finalmente, el secretario de ambiente expresò que la sociedad venezolana debe exigir una ley que aplique estos incentivos para contribuir a un futuro más sostenible. Al trabajar juntos, podemos lograr un futuro más sostenible para el país.

Nota de prensa

 

 

 

 

 

 


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