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Una huella imborrable de fe y amor

Una huella imborrable entre sus feligreses y en la iglesia católica deja Monseñor Roberto Lückert, quien este domingo dejó el plano terrenal, para unirse a Dios.

Roberto Lückert León nació en Maracaibo, estado Zulia, el 9 de diciembre de 1939, en el seno de un hogar unido, pero con religiones mixtas; aún así siempre supo que su destino era servir a Dios y guiar a sus ovejas.

Su padre Walter, quien era de origen alemán, era luterano; mientras que su madre, Carmen Alicia, del estado Trujillo, era católica. Roberto fue el mayor de ocho hermanos y lo aprendido en casa fue fundamenta para su doctrina, ya que se formó en un ambiente de respeto y diversidad religiosa.

Desde temprana edad, Roberto mostró una inclinación hacia la fe y era por eso que dentro de su familia se destacó por ser un fiel creyente y llevar la palabra de Dios.

Lückert cursó sus estudios de preescolar en el Colegio Nuestra Señora del Pilar y el Colegio Sucre. Luego, continuó su educación primaria y secundaria en el Colegio Gonzaga, dirigido por los Padres Jesuitas en Maracaibo.

A los 18 años, ingresó al Seminario Menor de Maracaibo y, un año después, al Seminario Interdiócesano Santa Rosa de Lima en Caracas, donde estudió teología y filosofía.

El 14 de agosto de 1966, comenzó su camino sacerdotal al ser ordenado por monseñor Domingo Roa Pérez. Inicialmente, fue nombrado vicario cooperador de la parroquia Santa Bárbara, de Maracaibo, donde su legado aún se mantiene vivo.

Poco despues fue vicario ecónomo de la misma y miembro del equipo de sacerdotes encargados del Centro Vocacional de la Arquidiócesis de Maracaibo. En 1970, asumió como párroco de Nuestra Señora de Lourdes.

En 1972, fundó la parroquia San Juan Bautista y fue nombrado rector párroco de Nuestra Señora de Chiquinquirá y San Juan de Dios hasta 1977. Ese mismo año, el arzobispo de Maracaibo, Exelentisimo Sr. Domingo Roa Pérez, lo eligió como su vicario general y director del Diario La Columna en 1979; donde no solo destacó por su fe; sino por su ferviente amor a la verdad y la justicia.

En 1980, regresó como párroco de la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá.

El 27 de abril de 1985, Roberto fue nombrado obispo de Cabimas y recibió la ordenación episcopal el 29 de junio de ese mismo año. Su labor en la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) incluyó la presidencia de la Comisión de Medios de Comunicación y del Departamento para las Comunicaciones Sociales (Decos-Celam) en Bogotá, Colombia.

El 21 de julio de 1993, fue designado obispo de la Diócesis de Coro, tomando posesión el 2 de octubre de ese año, día de los Santos Ángeles. En 1996, asumió la presidencia del Departamento de Liturgia de la CEV y de la Comisión de Música y Arte Sagrado y Bienes Patrimoniales.

El 23 de noviembre de 1998, fue nombrado primer arzobispo de Coro por el papa Juan Pablo II. Un año más tarde, recibió el palio arzobispal en el Vaticano.

En reconocimiento a su servicio, el 25 de junio de 2010, durante la celebración de sus Bodas de Plata Episcopales, fue nombrado Hijo Ilustre del Zulia por la gobernación del estado.

Monseñor Roberto Lückert León dejó un legado de fe, servicio y compromiso inquebrantable. Su vida, marcada por la dedicación y el amor a su comunidad.


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